Garabandal

Horarios de misa

Lunes a sábado, 11:00

Domingo, 13:00

Tiempos del Rosario

Lunes a viernes, 10:30 en la iglesia

Sábado, 16:45 h en los pinos con las hermanas de la Casa de la Madre

El Pueblo

San Sebastián de Garabandal es un pueblo pintoresco que evoca la España del pasado. Todavía se puede ver ganado moviéndose por el pueblo y caballos en las montañas cercanas. Hay un ambiente romántico y santo en este dulce pueblo, lleno del amor de Nuestra Santísima Virgen y su hijo. Muchos visitantes y peregrinos se sienten atraídos por Garabandal debido a las apariciones de la Virgen María que comenzaron en la década de 1960. El pueblo ofrece una sensación de paz y reflexión espiritual, con sus paisajes serenos y su atmósfera sagrada. Esto lo convierte en un destino preciado para quienes buscan consuelo y una conexión más profunda con su fe. Se dice que las apariciones de la Virgen María en Garabandal trajeron mensajes de oración, arrepentimiento y conversión. Muchos creen que estos encuentros divinos han bendecido al pueblo con un significado espiritual especial. Por ello, Garabandal sigue siendo un lugar donde los fieles se reúnen para honrar a la Virgen María y buscar su guía. No hay restaurantes ni tiendas de comestibles en Garabandal, así que abastécete antes de llegar.

Primera visita: un ángel

Cuatro niñas, Conchita González, Jacinta González, Mari Loli Mazón y Mari Cruz González, todas de 12 años, oyeron un sonido como un trueno mientras jugaban cerca del pueblo el 18 de junio de 1961. Con miedo, levantaron la cabeza para ver qué era lo que producía el ruido.

De repente, un ángel apareció ante ellos, brillando con belleza y esplendor. Sólo le tomó unos instantes desaparecer sin que se dijera una sola palabra.

En los días siguientes, el Ángel siguió visitándolas, mirándolas en silencio y sonriendo. Mientras esperaban la aparición del Ángel, los habitantes de Garabandal se reunían por la tarde para rezar el rosario con las niñas.

Finalmente, el 1 de julio de 1961, el Ángel habló a las niñas y les preguntó: “¿Sabéis por qué estoy aquí? He venido a anunciaros que la Santísima Virgen María se os aparecerá mañana como Nuestra Señora del Monte Carmelo”. Las niñas, llenas de alegría, gritaron al unísono: “¡Decidle que venga pronto!”.

Aparición de Nuestra Señora

El día 2 de julio, festividad de la Visitación, alrededor de las 18 horas, la Santísima Virgen se apareció a las niñas con el Niño Jesús y dos ángeles mientras caminaban por la calleja. Las niñas reconocieron a uno de ellos como el Ángel que se les había aparecido anteriormente. Posteriormente fue identificado como San Miguel Arcángel. En el otro lado se encontró una copia casi idéntica.

Había un ojo encima de la Santísima Virgen, a la derecha, al que las niñas llamaban el ojo de Dios. Sin temor, las niñas comenzaron a hablar con la Santísima Virgen. Mientras hablaban de sus familias y del trabajo que hacían en el campo o en sus casas, la Santísima Virgen María les sonreía. En palabras de Conchita, era como si su propia madre acabara de regresar de un largo viaje. En presencia de la Santísima Virgen, rezaban bien el rosario, pues ella les había enseñado a hacerlo.

Ante el anuncio de la Santísima Virgen de que debía partir, las niñas le rogaron que se quedara, y su promesa de volver al día siguiente las consoló.